La vida y mis elecciones me llevaron desde muy temprano a acercarme a los demás y a brindarles mi apoyo, mi apoyo y mi escucha; mi formación como pedagoga y mi trabajo como educadora con menores son consecuencia directa de ello.

Desde hace varios años me he acercado a diversos cursos y enfoques holísticos que me han permitido afrontar tanto los problemas físicos como las dificultades emocionales de la vida. Con la Metamedicina encontré el camino que más me convenía, y fue con sesiones individuales que comencé mi camino para luego participar en mi primer seminario en enero 214: Liberación de la Memoria Emocional.

El encuentro con la Metamedicina fue impactante y muy intenso por muchos motivos, volver a conectar con mis emociones y poder vivirlas plenamente es sin duda lo que más me ha permitido crecer en los últimos años, tanto a nivel personal como profesional.

La vida nos presenta muchos desafíos, y poder afrontarlos con una nueva conciencia, que nos permite leer los mensajes que se esconden detrás de los acontecimientos, es maravilloso y sobre todo nos evita sufrir nuestra vida como si fuera una serie de hechos inevitables. Hoy puedo decir que la Metamedicina forma parte de mi vida diaria, y me gusta especialmente observar el mundo a través de los ojos de la Metamedicina.

Desde septiembre de 218 soy consultor y líder de un seminario creado específicamente para jóvenes.