Descubrí la Metamedicina después de que un Alma cruzó mi útero y mi corazón y luego se fue y nunca regresó.
Con el ritmo de mi trabajo en la moda me impidí observar mi vida, pero la falta de maternidad me dio el golpe final.

Sí, fue verdaderamente una Gracia porque tuve la oportunidad de descubrir un mundo que nunca hubiera imaginado que existiera.

Aceptar y evolucionar gracias a mi dolor, tomar conciencia de patrones mentales que me llevaron al sufrimiento, escuchar y acoger con puro Amor a esa pequeña que alguna vez se sintió excluida.

La metamedicina me ayudó a quitar velos que oscurecían mi alma.

¿Es una sensación maravillosa revelarse a uno mismo?, ¿me invade una alegría escondida y carente de racionalidad, el Alma sabe que es lo que necesita y lo agradece con un sentimiento de paz dentro de mí?

Muchas veces, una vez con mi trabajo ayudaba a las mujeres a expresarse desde fuera, ahora las ayudo a reconocerse desde dentro y vestirse con su belleza.

Con mucha alegría difundo en mi tierra la Metamedicina ?expansión del Amor?

Felicidad