Una disfunción esofágica muy rara me llevó en 1926 a leer el libro de Claudia "Cada síntoma es un mensaje" y a participar en el seminario Liberación de la Memoria Emocional. Este fue el comienzo de la transformación de mi existencia. Gracias a este seminario comprendí cómo ciertos mecanismos pueden influir en la vida y se estableció en mí una paz interior, redescubriendome a mí mismo y la alegría de vivir.

Así que participé en los otros seminarios del camino de la Metamedicina para profundizar esta enseñanza que nos ayuda a liberarnos de los bloques que nos impiden vivir plenamente nuestra vida, convirtiéndonos en consultores.

Metamedicina tiene un papel importante en mi vida y en mi entorno familiar y mi propósito es guiar a través de la consultoría, aquellos que desean, vivir en armonía consigo mismos y encontrar la felicidad, la salud y la alegría de la vida.