En 1923, después de un período oscuro de mi vida, sintiéndome necesitado de apoyo, entré en contacto, por primera vez, con las técnicas holísticas de la bioenergética y la reflexología podal. ¡Así comenzó mi viaje de crecimiento personal!

Mi encuentro con la Metamedicina, sin embargo, ocurrió en el año 213, durante el período muy difícil de la enfermedad de mis padres. Lo que estaba viviendo me estaba desestabilizando y, nuevamente, sentí la necesidad de ayuda ya que el dolor me aplastaba.

Entrar en contacto con la Metamedicina fue para mí un gran despertar que me llevó a conocerme y amarme. Su mensaje de amor y compasión volvió a despertar en mí la confianza, la esperanza y las ganas de vivir.

Si inicialmente me acerqué a la Metamedicina para buscar ese apoyo que me permitiera superar el dolor, en el camino decidí continuar el camino para convertirme, a su vez, en un apoyo para quienes quieren comprender la causa de sus dolencias, en lugar de simplemente insistir en el síntoma.

Cada día quiero transmitir al mayor número posible de personas el significado profundo de la Metamedicina, es decir, ¡amarse con las manos abiertas!