Llevo buscando desde 2007: busqué un hobby que me apasionara, busqué un trabajo que me gustara, busqué las mejores soluciones a los problemas que se me presentaban.
Tenía una casa hermosa, una familia amorosa, un buen trabajo… pero siempre faltaba algo en mi vida. Seguí adelante por inercia, por “deber”, me sentí ingrato por no valorar lo que tenía y mi insatisfacción se hacía cada vez más fuerte.
Diez años después, estoy al borde de una crisis nerviosa: ya nada funciona, ya no soporto a nadie, en la familia, en el trabajo, estoy perpetuamente estresada y nerviosa.
Fue en ese momento que conocí “por casualidad” el seminario de Liberación de Memorias Emocionales e, inexplicablemente, sentí un fuerte deseo de participar.
Aquí por fin encuentro lo que he estado buscando durante mucho tiempo: ¡yo mismo!

Me di cuenta de que, con los años, me había olvidado por completo de mí misma, de quién era y de lo que me gustaba hacer, en favor de lo que los demás esperaban de mí.
La metamedicina me ayudó a recuperar el equilibrio que necesitaba para amar y sentirme amada.
Hoy, he descubierto que mi pasión es escuchar a los demás, y a través del enfoque de la metamedicina, estoy aprendiendo a escuchar a mi interlocutor, ayudándoles a tomar conciencia de que, a través de sus propias palabras, comunican sus patrones inconscientes (a menudo limitantes y disfuncionales) o traumas pasados ​​que han sido ignorados y que permanecen ahí, esperando ser vistos y resueltos.
Gracias a este viaje, he cambiado mi vibración.

Hoy vivo en el Jardín del Edén, atrayendo hacia mí personas y situaciones maravillosas… y cada día agradezco a Claudia Rainville y a Metamedicina por encontrarme.