Hace unos cinco años, emprendí un viaje de introspección que me abrió las puertas a un nuevo estilo de vida, uno que desconocía. Movida por la curiosidad, comencé a profundizar, leyendo libros sobre nutrición, respiración y, finalmente, meditación, que aún practico con regularidad. Con el paso del tiempo, noté una fuerte energía dentro de mí, un "despertar" que me impulsó a querer saber más sobre la naturaleza humana y la salud. Durante ese tiempo, una persona muy cercana falleció en tan solo cuatro días, y este triste suceso me hizo comprender que la enfermedad es nuestra responsabilidad. Tras encontrar el libro de Claudia Rainville "Cada síntoma es un mensaje", encontré una confirmación más. Así, decidí abrazar la familia de la metamedicina. Aprendí y me transformé, comprendiendo los numerosos problemas de salud que había padecido hasta los 35 años y los patrones de vida desmoralizantes que había repetido inconscientemente. Siempre he tenido una gran empatía. Desde niña, he sentido el sufrimiento de los demás y he intentado ayudarlos lo mejor que he podido. La metamedicina me ha brindado la oportunidad de hacerlo de forma equilibrada y saludable. Ahora ofrezco un enfoque holístico que combina metamasaje energético físico, ejercicios de respiración (meditación) y el apoyo de la metamedicina, que se ha convertido en una filosofía de vida para mí. Sus perspectivas nos guían a encontrar el camino correcto, a vivir en amor y armonía, a descubrir nuestros talentos y a despertar nuestra consciencia a través de la alegría.